Cantidad no siempre es sinónimo de calidad, sobre todo cuando se trata del alumbrado público. Las calles iluminadas con luces bien dirigidas y con la intensidad correcta son calles seguras, respetuosas con la naturaleza y que no malgastan energía ni dinero.

 

Con este artículo, la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves (SPEA) quiere explicar qué es la contaminación lumínica, cuáles son sus impactos sobre la naturaleza y la salud pública y desmitificar algunas de las medidas que se están tomando en la región.

 

 

 

¿QUÉ ES LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA?

La contaminación lumínica es esencialmente toda la iluminación artificial excesiva, mal dirigida o intrusiva. Iluminar nuestras calles y casas es importante y necesario, pero a lo largo de los años, las soluciones de iluminación no adaptadas a las necesidades de cada espacio han tenido consecuencias negativas para los animales, los ecosistemas e incluso la salud humana.

 

Aves marinas juveniles que no encuentran el camino al mar, aves que cantan toda la noche y mueren de cansancio, insectos (importantes polinizadores de nuestra agricultura) que acaban muriendo con las alas quemadas al volar cerca de las luminarias, tortugas que desovan en el lugar equivocado porque confunden las luces de la ciudad con las estrellas… personas que dejan de descansar eficazmente por la noche a causa de la iluminación excesiva… éstas son sólo algunas de las consecuencias de la iluminación excesiva en nuestro planeta.

 

Hoy en día, más del 80% de la población humana vive en lugares con cielos nocturnos contaminados e, incluso en zonas alejadas de las ciudades, nos vemos cada vez más afectados por el resplandor difuso que provocan los grandes centros urbanos.

 

No se trata de una farola más. Cada luminaria emite luz a la atmósfera que se propaga, alcanzando las zonas protegidas más remotas y las profundidades de los océanos. Se calcula que sólo 1/3 de las zonas protegidas tienen cielos nocturnos no polucionados.

 

 

 

¿VERDADERO O FALSO?

La contaminación lumínica afecta a los seres humanos.

VERDADERO: La iluminación excesiva afecta a nuestro ciclo circadiano, el ritmo diario de nuestro cuerpo, que rige nuestros patrones de descanso pero también otros procesos vitales como la producción de distintas hormonas. Todos nos sentimos mejor después de una noche de sueño reparador. Pero la contaminación lumínica afecta a más cosas: contribuye a las dificultades de visión, al estrés y a trastornos asociados como la depresión y los cambios de humor. También hay pruebas de que la reducción de la producción de melatonina debida a una mayor exposición a la luz puede aumentar el riesgo de cánceres relacionados con las hormonas, como el de mama y el de próstata.

 

Cuantas más farolas haya, más segura es mi ciudad.

FALSO: la delincuencia es un problema que debe abordarse desde varias perspectivas. Estudios recientes indican que la corrección del iluminación por soluciones más eficientes no se traduce en un aumento de la delincuencia.

La contaminación lumínica es un problema de las ciudades, no afecta a los parques y reservas naturales.

FALSO: la luz en nuestras ciudades puede recorrer más de 10 km, por lo que nuestros espacios protegidos y las especies que viven en ellos sufren la contaminación lumínica, aunque no tengan luminarias.

 

El iluminación pública causa confusión a las aves marinas.

VERDADERO: Al abandonar sus nidos, las aves jóvenes e inexpertas se desorientan durante sus primeros vuelos al mar debido a la iluminación de las ciudades. A menudo acaban chocando con infraestructuras y edificios, y pueden resultar heridas (a veces mortalmente) o caer al suelo, donde son vulnerables a peligros como perros, gatos y coches. Una forma de evitar este desenlace es realizar apagones en los lugares, días y horas más cruciales, creando una especie de «vía verde» segura hacia el mar.

Las ciudades están cada vez más iluminadas.

VERDADERO: La atmósfera terrestre está ahora miles de veces más iluminada que hace 200 años. Muchos investigadores consideran que la polución lumínica es una de las formas de contaminación de más rápido crecimiento y más extendidas en el mundo. En las zonas urbanas e industrializadas, el problema se agrava por la contaminación atmosférica: las partículas de contaminantes en el aire reflectan y difuminan la luz, aumentando aún más el brillo del cielo circundante: en todo el planeta, la noche se está oscureciendo.

 

Si utilizamos LED ya ahorramos energía, no necesitamos apagar las luminarias.

FALSO: A pesar de ser más eficientes, las luces LED siguen emitiendo luz artificial y afectando a la biodiversidad. De momento estamos implantando luces LED pero de un color más amarillo, menos dañino para los animales y también más cómodo para los humanos. Además, al reducir el número de luminarias (en lugares donde no son necesarias), también estamos aumentando el ahorro energético y económico para todos los ciudadanos.

¿CÓMO PUEDO CONTRIBUIR?

Un pequeño gesto, pulsar un interruptor con naturalidad, elegir bien al cambiar las bombillas de casa puede marcar la diferencia.

 

Utiliza lámparas LED de colores cálidos

Utiliza lámparas LED de colores neutros o más cálidos (evita la luz blanca). De este modo mantendrás bajo el consumo de energía y, al mismo tiempo, disfrutarás de una luz más confortable que no deslumbra demasiado.

 

Apoye un alumbrado público bien planificado

Las ciudades bien planificadas son ciudades con luminarias ordenadas, con luces dirigidas hacia el suelo o con protecciones que bloquean la emisión de luz a la atmósfera. De esta forma se ahorra en torno al 50% de la factura del consumo de luz y no se desperdicia energía.

 

Apagar las luces cuando no se necesitan

La tecnología es una de las grandes aliadas de este proyecto. Además de los LED, existen reductores de intensidad luminosa, que permiten reducir la potencia del alumbrado en zonas poco transitadas o después de la hora de mayor actividad en las ciudades. Reducir las horas de funcionamiento de los sistemas de iluminación mediante temporizadores, detectores de movimiento u horarios son algunas de las acciones que queremos implantar en Madeira, y que usted puede utilizar para ahorrar electricidad en su casa.

 

Artículo publicado en Diário de Notícias en 13/02/2023