Nuestro equipo de SPEA acaba de regresar de otra expedición a la Reserva Natural de las Islas Desertas, donde, durante dos intensas semanas, se dedicó al seguimiento de aves marinas, más concretamente de cagarras (Calonectris borealis) y almas negras (Bulweria bulwerii).
Durante la travesía entre islas, se sorprendieron con diversas especies: almas negras, innumerables bandadas de cagarras e incluso delfines mulares (Tursiops truncatus) que obsequiaron al equipo con su presencia junto al barco en el que navegaban.

Al llegar a Fajã da Doca, la roca desnuda y la vegetación rústica casi inexistente hacen que el nombre Desertas parezca apropiado. Pero a pesar de la aparente inhóspita de estas islas, no es necesario caminar mucho para encontrar fauna y flora únicas en el mundo. Auténticos tesoros de vida salvaje que luchan diariamente contra las adversidades desérticas, tan características de la zona. En cuanto a la avifauna, se pudieron observar, por ejemplo, collalbas grises (Anthus berthelotii), endémicas de los archipiélagos de Canarias y Madeira, y canarios de tierra (Serinus canaria), especie endémica de los archipiélagos de Azores, Canarias y Madeira. En cuanto a la flora, se pudieron identificar especies de Mesembryanthemum sp., Matthiola maderensis, Echium plantagineum, Suaeda vera y Euphorbia piscatoria.

El objetivo de la estancia era la prospección y el seguimiento de los nidos de la cormorán y la golondrina de mar, trabajo que se lleva a cabo durante las distintas fases reproductivas de estas aves. Nos encontramos en la fase de incubación, periodo en el que las parejas reproductoras permanecen en los nidos incubando los huevos. Este seguimiento es esencial para evaluar la tasa de abandono de los huevos y estimar el número total de parejas reproductoras en la zona, indicadores fundamentales para comprender el éxito reproductivo de las especies. Posteriormente, las crías abandonarán sus nidos e iniciarán sus primeros viajes hacia el mar, durante los meses de septiembre, en el caso de las alcas comunes, y octubre/noviembre, en el caso de las alcas juveniles.
El equipo se ha dedicado a diversas tareas, en particular al seguimiento de los nidos mediante parcelas. Esta metodología consiste en delimitar un área, en este caso circular, habiéndose podido identificar 36 de los 40 puntos previstos. Además, se pudieron identificar unos 50 nuevos individuos mediante el método de anillamiento, en el que también se recogen datos biométricos de estas aves, lo que contribuye a una base de datos esencial para estudiar el comportamiento, la longevidad y la reproducción de estas especies.
También se instalaron pequeños dispositivos de seguimiento (GPS y GLS) en varias cormoranes, lo que nos permite seguir sus movimientos en el mar y estudiar el impacto de la contaminación lumínica en sus rutas de vuelo.

El equipo continuará así con el trabajo de seguimiento en las Islas Desertas: con más de 100 nidos de alcas y más de 50 nidos de cormoranes que se supervisarán hasta el final de esta temporada reproductiva, en la que alrededor de 25 nidos de cormoranes tienen ya una pareja reproductora con huevos. En el caso de las alcas tordas, cinco docenas de parejas ya están alimentando a sus crías, y el primer huevo eclosionó el 23 de julio.

Este trabajo solo es posible gracias al apoyo y la sinergia con otras instituciones. El equipo desea expresar su agradecimiento, en particular, al IFCN (Instituto de Bosques y Conservación de la Naturaleza), socio del proyecto LIFE Natura@night, que siempre ha facilitado la estancia en las islas Desertas. Al cuerpo de Vigilantes de la Naturaleza, por su compañerismo y apoyo durante las estancias. Y, por último, a la empresa VMT Madeira, por su disponibilidad y ayuda en las travesías entre islas.
