En el marco del proyecto STOP Predators, se están instalando cámaras trampa en las zonas de nidificación de la cagarra, con el objetivo de controlar la presencia de depredadores introducidos.

 

Además de capturar imágenes de visitantes inusuales, como la paloma de madeira y el pinzón de madeira, se han identificado varias especies que representan una grave amenaza para las aves marinas y sus nidos, en particular gatos, perros, conejos y roedores.

1.Paloma de madeira 2.Mirlo común 3.Perdiz

Los gatos, en particular, constituyen una amenaza significativa para la cagarra. Estos depredan tanto a las crías como a los adultos, contribuyendo al marcado declive de las poblaciones de aves marinas. Su presencia en los ecosistemas insulares, donde estas aves han evolucionado en ausencia de depredadores terrestres, las hace extremadamente vulnerables. Además de la depredación directa, los gatos también pueden transmitir enfermedades y perturbar los lugares de nidificación, lo que afecta negativamente al equilibrio ecológico de estas zonas.

Los perros, al circular libremente por las zonas de nidificación, también representan un riesgo añadido. Incluso sin adoptar comportamientos depredadores directos, su presencia puede ser suficiente para provocar el abandono de los nidos, comprometiendo el éxito reproductivo de las aves.

 

La presencia de conejos es igualmente preocupante. Aunque no son depredadores directos, se alimentan de la vegetación autóctona, provocando la degradación del hábitat y contribuyendo a la erosión del suelo, lo que reduce la disponibilidad de lugares adecuados para la nidificación. Este cambio en el ecosistema también puede atraer a otros depredadores, como perros y gatos, aumentando el riesgo de depredación.

 

Las cámaras también registraron la presencia de roedores, concretamente la rata negra, la rata marrón y el murganho. Las ratas son responsables de la frecuente depredación de huevos y crías de aves marinas. La rata de campo, por su parte, es conocida por su fácil adaptación a diversos entornos y por su elevado potencial reproductivo. Esta combinación le permite alcanzar proporciones de plaga en cortos periodos de tiempo, lo que puede conducir a la reducción o extinción de especies autóctonas en las zonas donde se establece.

1. Perro 2. Conejo 3. Pareja de Cagarra

El análisis de las secuencias de imágenes recopiladas y presentadas anteriormente muestra que, en un intervalo de 10 días, se documentó la presencia de un perro y un conejo en una zona de nidificación, seguida de la llegada de una pareja de cagarra. Este registro sugiere la ocupación de las zonas de nidificación por animales invasores, lo que indica una posible perturbación del hábitat natural y suscita preocupación por el impacto de estas especies en la reproducción de la cagarra.

 

El seguimiento en curso en el marco de este proyecto resulta, por lo tanto, esencial para comprender la magnitud del problema e implementar estrategias eficaces de conservación de las aves marinas, contribuyendo a la protección de la biodiversidad en las islas.